Seducidos por la muerte: médicos, pacientes y suicidio asistido

Autor: Herbert Hendin
Editorial: Planeta, 2009
sedmuerte200Editorial Planeta acaba de publicar la traducción al castellano de un clásico sobre el suicidio asistido y la eutanasia: "Seducidos por la Muerte" de Herbert Hendin.

Es la obra en que se basó el Tribunal Supremo de los Estados Unidos para establecer que no existe derecho constitucional al suicidio asistido.

No es una obra cualquiera sobre la eutanasia. Es el informe serio y científico del Director Médico de la Suicide Prevention Internacional, y Catedrático de Psiquiatría del New York Medical College, que frenó a la administración Clinton cuando se disponía a sacar una ley financiada con fondos federales. El autor fue llamado a declarar, resumiendo las conclusiones de su obra, ante el Congreso de los Estados Unidos. Herbert Hendin se había desplazado antes a Holanda para estudiar la posibilidad de legalizar la eutanasia; el resultado fue este clarificador informe, recogido en un libro que se lee como novela, y que tuvo un enorme impacto en la opinión pública norteamericana.

Una cosa es el debate social sobre este tema en los medios de comunicación, que se produce casi siempre en torno a un caso límite. Y otra cosa es el estudio serio de los resultados reales de la eutanasia en un país, con vistas a implantarla en el propio. Ahí es donde los gobiernos se vuelven atrás, como acaba de ocurrir en Francia. Ese estudio es lo que recoge el libro de Hendin, y es de agradecer que se haya hecho de forma muy amena, entremezclando la frialdad de los grandes números con la cercanía de muchos relatos narrados con gran viveza y humanidad. Resultan también muy ilustrativas las conversaciones del autor con los principales promotores de la eutanasia en Holanda, que van sazonando toda la obra.

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Algunas citas del libro

Pag. 27. "Le explicó que había procedido así porque no estaba muriéndose lo suficientemente rápido y necesitaba ese espacio para otro paciente."

Pag. 28. "Más de la mitad de los médicos holandeses se sienten libres de sugerir el suicidio o la eutanasia a sus enfermos, lo que claramente condiciona la voluntariedad del proceso. El 60por ciento de los casos no son comunicados, por lo que la legislación no se puede aplicar. Casi la cuarta parte de los médicos admite haber acabado con la vida de enfermos que no les habían dado su consentimiento, lo que al menos en teoría es ilegal en Holanda, como lo es en cualquier otra parte. Alguno sejemplos pueden resultar ilustrativos. Una mujer que no quería seguir cuidando a su marido enfermo le presentó la alternativa de la eutanasia o que fuese internado en una residencia para enfermos crónicos. El hombre, asustado ante la perspectiva de verse a merced de extraños, eligió morir. Un médico acabó con la vida de una monja algunos días antes de lo que hubiera ocurrido naturalmente porque padecía un gran dolor, estimando que las convicciones religiosas de la monja no le permitían pedir la muerte."

Pag.108. "En un 30 por ciento de esos casos (en que el paciente no lo pidió) la razón aducida fue la imposibilidad de tratar el dolor de manera efectiva. En el 70 por ciento restante, las razones aportadas fueron variadas, desde un "le faltaba calidad de vida" hasta un "se le retiró el tratamiento, pero el paciente no moría."

Pag. 126. "...había más peticiones de eutanasia formuladas por los familiares que por los mismos pacientes. Éste sacó la conclusión de que, frecuentemente, son la familia, los médicos y los enfermeros quienes presionan al paciente para que pida la eutanasia."

Pag.156. "El país se ha movido desde la eutanasia para los enfermos terminales a la eutanasia para los enfermos crónicos; desde la eutanasia para enfermedades físicas a la eutanasia para las enfermedades psicológicas, y desde la eutanasia voluntaria a la eutanasia no voluntaria y a la involuntaria... Cualquier país occidental que legalice el suicidio médicamente asistido para los enfermos terminales se verá obligado a extenderlo de este mismo modo."

Pag. 159. Sobre el exigido informe de cada caso de eutanasia: "Reconocían que un 59 por ciento de casos sin informar resultaba preocupantemente alto.... Entre el 15 y el 20 por ciento de los doctores afirman que no informarán de sus casos bajo ninguna circunstancia."

Pag.186. "La experiencia holandesa ilustra cómo una cultura transforma el suicidio en suicidio asistido y usa la eutanasia de una forma casi rutinaria para tratar con enfermedades graves o terminales, o incluso con la simple tristeza."

Pag. 240. "El riesgo de daño es más grande para muchaspersonas de nuestra sociedad cuya autonomía y bienestar están ya comprometidos por la pobreza, por la falta de acceso a una buena atención médica, la edad avanzada o su pertenencia a un grupo social estigmatizado."

Pag. 273. "Aunque la mayor parte de los pacientes de cáncer no expresan un deseo de morir, una importante minoría expresa un deseo transitorio de muerte. Los pocos que presentan deseos persistentes de morir sufren invariablemente una depresión clínica... Una mayor experiencia en el trato con estos pacientes de cáncer, y el cuidado procurado a estos enfermos, nos ha permitido observar con cuánta frecuencia estos pacientes cambian de opinión tan pronto como se les provee de buenos cuidados paliativos, incluyendo el tratamiento de la depresión."

Pag 299. "Parte de la desinformación creada es hacer creer que la oposición a la eutanasia es cosa de la Iglesia católica o de laderecha religiosa.... Se ignora que la Asociación Médica Estadounidense es probablemente la organización que de modo más importante se opone a la legalización..."

Reseña en La Razón