Una medicina avanzada para el final de la vida y frente a la eutanasia

(La Gaceta de los Negocios, 1 de febrero de 2007)

El aumento de la esperanza de vida de la población y la mayor supervivencia hasta sus etapas finales de muchas enfermedades crónicas, como el cáncer, hacen que cada vez sea mayor el número de personas que precisan tratamientos paliativos en esas últimas fases de su enfermedad, en las que se origina un importante impacto emocional tanto en los propios enfermos como en sus familias y los profesionales que les asisten.

Respecto a la situación en España, Carlos Centeno, coordinador de la Unidad de Medicina Paliativa de la Clínica Universitaria de Navarra, indica que se trata de una especialidad joven, que aún se está desarrollando, pero en la que estamos avanzando significativamente. "Aunque no estamos al nivel de Inglaterra, sí que nos podemos situar por delante de países como Alemania, Italia, Dinamarca o Francia", explica.

Además, existen dos velocidades entre las diferentes comunidades, ya que autonomías como Cataluña, Extremadura, Galicia o Cantabria han desarrollado sus propios planes.

En Madrid, un ejemplo pionero es el caso del Centro de Cuidados Laguna, creado por la Fundación Vianorte. Ubicado en el distrito madrileño de Latina, atiende de forma gratuita desde hace años a personas de avanzada edad que sufren enfermedades neurodegenerativas o terminales. En Navarra, la Clínica Universitaria cuenta con una Unidad de Medicina Paliativa que está formada por un equipo interdisciplinar especializado.

El sistema español, según explica Centeno, ofrece la ventaja de que es uno de los más equilibrados de Europa, ya que impulsa tanto la atención domiciliaria como los programas instaurados en hospitales.

La tercera vía
A pesar de ello, reconoce que hay mucho por hacer, como la anunciada futura aprobación de un plan nacional de cuidados paliativos. "Para muchos el final de la vida sólo tiene la salida del sufrimiento indecible o la eutanasia. No es verdad: la medicina paliativa puede aliviar la enfermedad. Pero no se trata de una tercera vía posible, sino de la única salida digna para la situación terminal del enfermo", destaca.

Por tanto, se deberían extender estos cuidados a todos aquellos que los necesitan, formando bien a los profesionales y creando los equipos necesarios. "Así hablamos de los cuidados paliativos como medicina avanzada para el final de la vida", concluye.