(Zenit, 13 de diciembre de 2006)
En su mensaje con motivo de la XV Jornada Mundial del Enfermo,
Benedicto XVI ha lanzado un llamamiento para promover los cuidados
paliativos para los enfermos terminales.
«La Iglesia quiere apoyar a los enfermos incurables y terminales
haciendo un llamamiento a favor de políticas sociales justas que puedan
ayudar a eliminar las causas de muchas enfermedades e instando a
desarrollar cuidados paliativos para quienes están cerca de la muerte y
para quienes no existe un remedio médico», afirma el pontífice.
«Es necesario insistir una vez más en la necesidad de contar con
más centros de cuidados paliativos que ofrezcan una atención integral,
ofreciendo al enfermo la asistencia humana y el acompañamiento
espiritual que necesitan», asegura.
Según el obispo de Roma, «se trata de un derecho que pertenece a
todo ser humano, al que todos tenemos que comprometernos en su
defensa».
«Es necesario promover políticas que creen las condiciones para que
los seres humanos puedan sobrellevar las enfermedades incurables y
afrontar la muerte de una manera digna», añade en su misiva con motivo
de esta Jornada que se celebrará el 11 de febrero de 2007, memoria de
Nuestra Señora de Lourdes, en Seúl (Corea).
El Papa alienta «los esfuerzos de quienes trabajan diariamente para
garantizar que los enfermos incurables y terminales, así como sus
familiares, puedan recibir un tratamiento adecuado y lleno de amor».
El mensaje se dirige también a las personas que sufren enfermedades
incurables o terminales para invitarles a «contemplar los sufrimientos
de Cristo crucificado y, en unión con él, dirigirse al Padre con la
confianza total de que toda vida, y vuestras vidas en particular, está
en sus manos».
«Confiad en que vuestros sufrimientos, unidos a los de Cristo,
serán provechosos para las necesidades de la Iglesia y del mundo», les
dice por último.