(El País, 12 de noviembre de 2008)
Después de 11 años, la batalla legal emprendida por los padres
de Eluana Englaro, que lleva 16 años en coma vegetativo, parece aproximarse al
final. El Tribunal Supremo anunció ayer que decidirá "en el más breve tiempo
posible", probablemente hoy mismo, si acepta el recurso de la fiscalía de Milán
contra el decreto de la Corte de Apelación, que dio vía libre a la interrupción
del tratamiento que mantiene viva a Englaro.
Ayer, Domenico Iannelli, fiscal
general del Tribunal Supremo, afirmó que el recurso de su colega milanés es
"inadmisible", ya que la fiscalía "no está legitimada para emprender acciones"
que hagan referencia "a una tutela individual y subjetiva".
El Vaticano reaccionó de forma fulminante, y a través del
cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la
Salud, advirtió de que suspender la hidratación y la alimentación de un paciente
en coma irreversible es "una monstruosidad inhumana y un asesinato".
Englaro
está en esa situación por un accidente que le provocó daños cerebrales
irreversibles.
La posición del Vaticano es clara: no al encarnizamiento
terapéutico, pero la hidratación y la alimentación no forman parte de esta
categoría. "Hay quien dice que además de la alimentación se están suministrando
medicamentos para mantenerla con vida; entonces que quiten los fármacos", dijo
Barragán."Es hora de que, después de 16 años, se deje morir a Eluana como ha
pedido su padre", replicaron los abogados de Englaro. La letrada Franca
Alessio se congratula de que el fiscal general considere
improcedente la intromisión de la fiscalía milanesa. "La batalla jurídica
termina ahora", dijo, "y a partir de ahí tendremos que luchar para conseguir
llevar a Eluana a un hospital que acepte suspender el
tratamiento".