Holanda regula la eutanasia de bebés con males incurables
(El País, 21 de septiembre de 2005). Una comisión de expertos, formada por un pediatra, un jurista y un ginecólogo se ocupará en breve de asesorar a los fiscales holandeses en los casos de eutanasia de recién nacidos con enfermedades incurables.
El trío, que será elegido por el ministerio de Sanidad, dará también su opinión sobre los abortos practicados pasadas las 24 semanas.
La vigente Ley de Eutanasia no incluye a los bebés porque escapan a sus principales requisitos, esto es, que el paciente exprese su voluntad de morir cuando la dolencia padecida es irreversible y el dolor insoportable: de ahí que la ayuda a morir de los recién nacidos enfermos sea considerada en estos momentos un asesinato penada con hasta doce años de cárcel. La interrupción tan tardía del embarazo es asimismo ilegal.
La intervención de los expertos, apoyada por el departamento de Justicia y se presume que también por el Gobierno en pleno, pretende animar a los médicos a informar más a menudo de los casos de eutanasia más delicados.
Según fuentes del Ejecutivo citadas por él vespertino NRC Handelsblad las autoridades suponen que los facultativos tendrán menos reparos en acudir a sus colegas que a la fiscalía. Como la Ley no cubre este tipo de eutanasia, el criterio aplicado por la comisión para evaluar la conducta médica se apoyará en el protocolo elaborado por un equipo de pediatras de Groningen. Adoptado a escala nacional en Holanda, el mismo exige que los padres estén informados del estado de su hijo, así como la consulta con otro colega antes de tomar la decisión definitiva. Las nulas posibilidades de supervivencia del pequeño y su escasa calidad de vida posterior deben ser comprobadas antes de iniciar el proceso.